Cuando el duque de Wellington falleció el 14 de septiembre de 1852, con 83 años de edad, la comitiva fúnebre que desfiló
por las calles de Londres fue recordada como la mayor y más sentida de todo el s. XIX. Si como hoy en día, las cifras son las que valen, os diré que fue presenciada por más de un millón de personas.
El ataud con el cuerpo del mariscal se transportó en la parte superior de un carro fúnebre decorado profusamente, con el escudo de Gran Bretaña en su parte frontal.
A los lados, bien visibles para el público en general, las grandes victorias del militar, entre las que figuraba el nombre San Sebastián.
Os muestro algunas fotos.