Vida y Asedios de una pequeña gran ciudad
La representación, en el asedio de San Sebastián de los diferentes regimientos y unidades británicas, es mucho más amplia que la manejada hasta hoy por la mayoría de los historiadores. En todos estos trabajos anteriormente publicados, se han señalado únicamente las unidades en las que figura la toma de San Sebastián como honor de batalla, pero el número real de regimientos que participaron con destacamentos más o menos numerosos, fue mucho más amplia, como consecuencia del llamamiento realizado por Wellington en busca de voluntarios que "enseñaran a luchar a la 5ª División", entre el resto de divisiones.
Los regimientos de línea británicos se designaban mediante un numeral, al que se añadió a partir de 1781 designaciones territoriales, como por ejemplo "Oxfordshire" en el caso del 52º, que designa más o menos el área de la cual es originaria la mayor parte de sus efectivos. A pesar de esta característica, nunca hay que olvidar que en todos ellos hay siempre una gran cantidad de naturales de Irlanda y Escocia.
Los regimientos estaban compuestos de uno o dos batallones por regla general, oscilando este número en función de las necesidades del momento. En tiempos de la I Guerra mundial, hay alguno que llegó a contar hasta con más de treinta. Un batallón de infantería estaba compuesto, en la Campaña Peninsular, por 10 compañías, de las que una era de especialistas y otra de granaderos. Por tanto, la fuerza total del batallón rondaría los 1000 hombres aproximadamente, además de músicos, suboficiales y funcionarios. El principal batallón del regimiento era el que portaba el numeral 1º. Este era continuamente reforzado con efectivos del 2º Batallón, que generalmente se encontraba en segunda línea o en la metrópoli. En caso de estar ambos implicados al mismo tiempo en una campaña, el de mayor potencia siempre solía ser el 1º.
Durante las Guerras Napoleónicas, los regimientos británicos tuvieron la necesidad de reforzarse con una compañía de infantería ligera capaz de enfrentarse con las experimentadas unidades de Cazadores franceses. Generalmente, este refuerzo no fue muy efectivo hasta la definitiva incorporación de unidades formadas a base de mercenarios alemanes y holandeses. Estas unidades se conocieron como King's German Legion y Brunswick Old Jaggers.
En este capítulo trataremos con mayor relevancia los regimientos que adornan su historial con San Sebastián como "Honor de Batalla", pero no dejaremos de nombrar al resto de unidades que ayudaron a la toma de la plaza.
LLEGADA DE LOS REGIMIENTOS BRITANICOS A LA PENÍNSULA.
La participación británica en la Guerra Peninsular tiene un trasfondo económico. Realmente se dio luz verde a esta intervención cuando Napoleón trató de cerrar completamente los puertos continentales al comercio británico. La escusa de conquistar Portugal sirvió a los franceses para apoderarse de España. Portugal, tradicional aliado de los británicos, pidió ayuda a estos, y en 1808, tras ocho meses de resistencia, llegaron las primeras tropas.
Esta alianza contra Napoleón era totalmente novedosa tanto para Inglaterra como para España. Eran dos países que habían estado en continuas guerras desde hacía más de trescientos años. Los británicos eran los tradicionales enemigos, que incluso, mantenían en su poder Gibraltar desde la guerra de Sucesión. Eran los mismos que nos habían hundido nuestra orgullosa flota naval en Trafalgar, hacia tres años solamente. Estamos ante una alianza con muchos problemas desde su nacimiento. El pueblo llano no la podía comprender fácilmente. Esta incomprensión se vio reforzada aún más por las tácticas adoptadas, que suponían no arriesgar nunca a las unidades británicas si el resultado de la acción no se veía seguro, aunque su falta de combatividad supusiese el dejar sin auxilio a las de los aliados, en este caso, a los españoles.
La actitud de nuestros extraños aliados cuando liberaban una ciudad española, consiguió que los ánimos populares se cerraran aún más en contra de estos hombres, que ni siquiera eran católicos. Eran herejes, protestantes y en esos años, en nuestro país se daba muchísima importancia al credo de las personas. Por su parte, los británicos tampoco comprendían el carácter del pueblo español. Les parecía una nación de mentalidad cerrada e inculta, características con las que lo describen casi siempre en sus memorias.
Cuando entraban en la ciudad ocurría siempre lo mismo.
"Los soldados de la guarnición que escaparon a la muerte fueron hechos prisioneros, y una vez que se colocó la guardia necesaria y todo estaba seguro, las tropas que no estaban de servicio comenzaron la diligente búsqueda de aquellos artículos que más les apetecían, cuya posesión creían merecer por derecho de conquista. (...) A última hora la conducta de los soldados se transformó totalmente. Hasta entonces todo había sido orden y disciplina, pero desde ese momento todo se torno en desenfreno y confusión. La subordinación ya no existía, sustituida por el pillaje y el derramamiento de sangre, y más de un oficial se vio obligado a desenvainar su sable esa noche. (...) El resplandor de las luces iluminaba las caras de los soldados según recorrían las calles, mostrando unos semblantes que aterrorizarían a los desafortunados habitantes de la ciudad. Muchos de los soldados tenían la cara chamuscada por la explosión del polvorín de la brecha grande, otros tenían los labios ennegrecidos de morder los cartuchos, muchos estaban cubiertos de sangre y todos tenían miradas feroces, presentando un cuadro que espantaría al más valiente.yhh (...) Se dieron escenas del mayor atropello, y daba pena ver a los habitantes de la ciudad medio desnudos en plena calle, las mujeres abrazándose a los oficiales ingleses para que las protegieran de la soldadesca, mientras sus casas eran sometidas al más riguroso registro. Algunos soldados se dirigieron a las bodegas, donde, tras hartarse de beber, salían en busca de más botín. Otros muchos estaban tan borrachos que yacían por toda la ciudad, perdiendo todo lo que habían saqueado, ya fuera a manos de algún español que también buscaba su oportunidad o bien a manos de sus camaradas, quienes en la ronda de inspección reconocían a algún soldado que yacía envuelto en una docena de vestidos de seda, o algo parecido. (...) Algunas casas se libraron del saqueo por la intervención de nuestros oficiales, ya que en varios casos las mujeres salieron corriendo a las calles y, agarrando a tres o cuatro de nosotros por el brazo nos obligaron a entrar en sus casas, y gracias a esa hospitalidad interesada salvaron su propiedad. Nos sirvieron una buena cena, y mientras afuera todo era ruido y rapiña, el ambiente dentro era bastante agradable".
Leyendo estas líneas, muchos de nosotros pensaríamos, por la similitud de los hechos, que nos encontramos en medio del saqueo que sufrió San Sebastián a partir del 31 de Agosto de 1813. Pero no es así. En este caso se trata de Ciudad Rodrigo, ciudad española y por tanto amiga, igualmente "liberada" y saqueada en Enero de 1812. Este desagradable proceder fue relatado, tal y como sucedió, en la obra de W. Grattan bajo el título "Adventures with the Connaught Rangers".
Las difíciles relaciones de estas tropas con los españoles se veían en la convivencia diaria, sobre todo como consecuencia de la picaresca de los soldados intentando aprovecharse del desconocimiento de los naturales del lugar. Era muy habitual que se les intentara timar pagándoles con unas falsas monedas. Los soldados solían aplastar sus botones, para usarlos luego como falsas monedas en las transacciones. También hay una anécdota referente a uno de los regimientos que participó directamente en San Sebastián, y que no debemos dejar caer en el olvido por sus connotaciones religiosas, que dejan a la clara, los graves problemas culturales entre ambos países. El 9º de Infantería de Línea (Norfolck Regiment) lucía como adorno en sus chacós una placa en la que aparecía representada la diosa Britania. Los curas españoles desconocían a la mayoría de dioses paganos, y pensaban que se trataba de la Virgen María. Este detalle les hizo creer que se trataba de un Regimiento formado por soldados católicos, por lo que animaban a sus feligreses a ayudarles con donativos y regalos. Para los españoles se trataba de un regimiento de católicos en medio de esa masa de herejes y pecadores. En ningún momento hubo intento alguno por aclarar este favorecedor mal entendido por parte de los componentes del 9º, como es lógico y normal. Al final, entre el resto de regimientos, se llegó a denominar a estos como los "The Holy Boys", cuya traducción sería "Los Chicos Santos".
Las relaciones de los oficiales y tropa británicos con las de sus aliados también son conflictivas. El Teniente español de Lamadrid nos describe estos "roces" de una manera muy clara:
"Pasó por esta villa la brigada portuguesa, (...). Es buena gente. Los portugueses no se diferencian de los ingleses más que en vestir uniforme, aquel como nosotros, en vez que estos le traen encarnado, no siendo tropa ligera. En todo lo demás siguen la táctica y ordenanzas inglesas. Todos los generales que tienen son ingleses y lo mismo los más de los jefes, de modo que portugueses son sólo los soldados y oficiales hasta capitán. Lo mismo trataron de hacer con nosotros, pero les enseñamos el diente y desistieron porque no se echase todo a perder. A los portugueses les tratan con mucho desprecio, por lo que al verse mandados por ellos en todo los tiene desesperados. El inglés es muy orgulloso, y como tiene motivos para ello, y nosotros no menos, hay muchas cuchilladas en particular, en que no sacamos la peor parte, con cuyos desengaños bastante los cuales nos miran ya con mucha consideración".
Los hombres que componían estas unidades, como ya hemos señalado eran muy variopintos. En el ataque a San Sebastián, entre los primeros asaltantes, que formaron la "Forlorn Hop" o desesperados del día 31 de Agosto, estaba, por ejemplo, el Sargento Mayor Adams, pertenecientes al 95º de Rifles. La anécdota de este suboficial, en el que se fijó el mismísimo Teniente General Graham por la valentía demostrada en el asalto, es que quince años antes combatía contra sus actuales compañeros. Se trataba de un antiguo revolucionario irlandés, hecho que lógicamente permaneció en el total secreto entre sus compañeros. Había combatido a los británicos en la batalla de Vinegar Hill. Tras ser derrotados se refugió en los bosques de Connemara, buscando como única salida a su penosa situación el alistarse en la milicia de Donegan primero, y finalmente en el 95º de Rifles. En la península se promocionó rápidamente, llegando al rango de Sargento Mayor. Posteriormente sirvió en Gibraltar, terminando sus días en América, tras licenciarse en el ejército.
UNIFORME
Las características de este uniforme que presentamos son generales para la mayoría de regimientos de infantería presentes en San Sebastián, a excepción de los fusileros del 95º, que vestían de verde y de los Brunswick Old Jaggers. Las únicas diferencias entre unos y otros radicaban en los colores de sus galones y en las placas de los shakos y correajes.
EQUIPO DEL SOLDADO
Al igual que con los uniformes, el equipo del soldado de infantería era similar en todas las unidades de línea. Por tanto estas descripciones del equipo que se realizan a continuación, son aplicables a todos los regimientos participantes en San Sebastián. De existir alguno con características propias, estas se detallaran en su correspondiente apartado.
ARMAMENTO
Hasta el final de la Guerra de Sucesión española (1713), en los ejércitos europeos existía la costumbre de que fuera el mando del regimiento, es decir, su coronel, el encargado de suministrar el armamento necesario entre sus hombres. Este "modus operandi" ocasionaba graves problemas a la efectividad de las unidades militares, al estar sujeto a la picaresca de los mandos, que abarataban la calidad de las armas para embolsarse una parte de los presupuestos concedidos. Así mismo, las unidades sufrían continuos retrasos en el suministro de las armas por parte de los armeros, que obligaban incluso a comprar en el extranjero las necesarias.
Para terminar con estos problemas se creó el denominado "Sistema de Fabricación por Ordenanza", gracias al cual, el Gobierno era el que ordenaba la fabricación de las piezas necesarias, almacenándolas en sus almacenes, listas para ser enviadas a sus destinos más importantes. No se encargaban piezas completas, es decir, un fusil no llegaba completo, se encargaban individualmente las distintas partes de las armas a diferentes fabricantes. Siempre era supervisada su construcción gracias a funcionarios gubernamentales. Las piezas sueltas, eran destinadas a un fusil completo, o servían para reparar los fusiles dañados de cada regimiento.
De esta forma nace el fusil que armará al ejército inglés hasta la década de 1830. Su primera denominación es "King's Arms" (Armas del Rey), ya que lo suministraba la Armería Real. El término Brownbess es posterior, apareciendo por primera vez el año 1785.
A lo largo de su historia, el Brownbess ha tenido tres modelos. El primero de ellos es el denominado "Long Land Pattern Musket" (Mosquete Modelo Largo del Ejército de Tierra). El ejemplar más antiguo que se conoce tenía la inscripción "William Wilson 1718" en la llave. El segundo modelo es el denominado "Short Land Pattern Musket" (Mosquete Modelo Corto del Ejército de Tierra), que empiezará a ser producido de manera generalizada a partir del año 1768. Este modelo fue muy utilizado durante la Guerra de Independencia Americana.
Pero el modelo que realmente nos interesa es el conocido como "India Pattern Musket", que fue el que se suministraba al ejército británico desde el comienzo de la Guerra contra la Francia revolucionaria. La urgencia de armar a un gran ejército ocasionó que se rebajara la calidad del arma en algunos de sus aspectos, pero a rasgos generales nos encontramos con un fusil aceptable para los estándares de calidad de su época. El calibre seguía siendo de 0.71" (18 mm), aunque su cañón se reducía a 42", y en lugar de 4 anillas para baquetas, tenía solamente 3. Su peso rondaba los 4.8 kilos, y la longitud total del arma de metro y medio aproximadamente. Su alcance llegaba a los 160 metros, pero las tácticas de la época hacían que se utilizase en descargas masivas y cerradas, a distancias no superiores a los 50 metros.
De este ejemplar, que es el que se utilizó en 1813, se construyeron durante toda su trayectoria aproximadamente 3 millones de ejemplares, hasta su sustitución, a finales de la década de 1830, por el "Modelo 1839". Aunque dejó de ser reglamentario dentro de los ejércitos británicos, siguió en activo muchos años más en otros países.
Los soldados tenían preparados los proyectiles para ser utilizados rápidamente en el combate. La bala esférica estaba enrollada en un cartucho que contenía en su interior la carga de pólvora necesaria. El fusilero solamente tenía que morder la parte contraria al proyectil para liberar la pólvora y baquetear el fusil con la carga en su interior. Estos cartuchos ya manufacturados, se almacenaban en la cartuchera. Esta consistía en un taco de madera con los receptáculos preparados para cada proyectil, de manera independiente. Generalmente cada infante portaba entre 25 y 30 cartuchos listos para ser utilizados.
MOCHILA
Las tropas llevaban todas sus pertenencias en mochilas de cuero o fieltros endurecidos, que se montaban sobre un armazón de madera. Como se aprecia en la ilustración, algunos regimientos llevaban claramente identificado su numeral y denominación en las mismas. Los correajes ayudaban a transportar mantas para acomodarse de la mejor manera posible durante las noches a la intemperie.
1º REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE LÍNEA (ROYAL SCOTS)
HISTORIA DEL REGIMIENTO.
Es el Regimiento de Infantería más antiguo del ejército británico. Se formó el año 1633, en el momento en que Sir John Hepburn, siguiendo una orden del rey Carlos I, organizó un cuerpo de escoceses armados para servir en Francia. Este regimiento fue el primero en ser organizado tras la creación de un ejército regular británico en 1661, sirviendo como modelo para las nuevas unidades que iban a aparecer posteriormente. Durante este período, comprendido dentro del siglo XVII, destacó en dos hechos de armas, Tánger (1680) y en la rebelión de Monmouth (1685). En ese momento el regimiento estaba formado por dos batallones, característica que perdurará de manera casi ininterrumpida hasta el año 1949.
Estos dos batallones estarán separados casi siempre por motivos de servicio. Por ejemplo, durante la Guerra de Sucesión española, uno servirá en la Península, mientras que el otro permanecerá de guarnición en Irlanda. Durante esta primera mitad del siglo XVIII, destacaremos las actuaciones del 1º Batallón del regimiento en la batalla de Fontenoy (Guerra de sucesión austriaca. 1743), y del 2º Batallón en la de Culloden (Guerra sucesoria británica. 1744).
Durante la segunda mitad del S.XVIII se verá implicado principalmente en acciones acaecidas en las colonias británicas, sobre todo durante la Guerra de los Siete Años. El 2º Batallón participó en la toma de Montreal (1760) y de La Habana (1762). Por su parte el 1º Batallón sirvió en las Indias Occidentales. En ese destino sufrió gran número de bajas a consecuencia de las temidas enfermedades tropicales. El número exacto de estas bajas no puede estimarse con precisión, pero se sabe que fueron más o menos cinco oficiales y unos 400 soldados, es decir, más de la mitad de los efectivos del batallón.
Con el comienzo de las Guerras Napoleónicas, el regimiento pasó a tener cuatro batallones.
Fue trasladado a las Indias Occidentales (1803 - 1805).
Destinado a la India, donde permaneció hasta 1831.
Abandonó la Campaña a su finalización, embarcando en Junio de 1814.
Posteriormente sirvió en las batallas de Quatre Bras y de Waterloo, donde las bajas fueron elevadísimas. Perdió 363 efectivos de un total de 624.
Se disolvió en 1817.
Se disolvió el año 1816.
A mediados del XIX el hecho de armas más importante es la Guerra de Crimea, en la que participa el 1º Batallón, que llega justo para participar en la Batalla de Alma. Durante esta campaña, el regimiento logra la primera Cruz Victoria, la máxima condecoración que otorgan las fuerzas armadas británicas, gracias al soldado Prosser durante el asedio de Sebastopol.
En el comienzo del siglo XX, más exactamente en el año 1900, el 1º Batallón es destinado a servir en la Guerra contra los Boers, donde realizó principalmente labores de patrulla, escolta y algún que otro asalto a las posiciones enemigas.
Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, el regimiento se ve aumentado a 35 Batallones, de los que quince sirvieron de manera activa en los frentes de Dardanelos, Macedonia, Egipto y norte de Rusia. Durante estas campañas se obtuvieron setenta y un "Honores de Batalla y seis Cruces Victoria.
Tras la desmovilización, los batallones fueron reducidos nuevamente a dos.
El comienzo de la Segunda Guerra Mundial ocasiona que el 1º Batallón sea destinado a Francia, donde luchó heroicamente en el frente de Dunquerque, exactamente en la carretera de Bethune Merville, donde cayó prisionero casi todo su contingente. El 2º Batallón tenía su sede en Hong Kong, donde resistió contra la invasión japonesa. Todos sus efectivos cayeron prisioneros tras la rendición de la colonia. Ambos batallones fueron reconstituidos posteriormente, luchando en Birmania, Italia, Palestina y Europa tras el día famoso desembarco del "Día D".
Tras el final de la guerra sirvió en muy diversas partes del mundo como Alemania, Corea, Chipre, Suez, Adén e Irlanda del Norte.
El 1949 se unieron los dos batallones en uno sólo, con el que participó en la Guerra del Golfo. Ocasionalmente también ha servido en Bosnia y con las fuerzas de ocupación de Irak.
Actualmente es uno de los regimientos de la División Escocesa.
CRONOLOGÍA Y ACCIONES EN QUE PARTICIPA EL 3º BATALLÓN.
Nos limitaremos en este apartado a las del 3º Batallón, que es el que nos interesa por la temática de este trabajo.
ACTUACIÓN EN SAN SEBASTIÁN DEL 3º BATALLÓN.
Participó en los dos asaltos a la ciudad, uno el 25 de Julio y el definitivo del 31 de Agosto de 1813.
Durante el año 1813 tuvo 423 muertos y 12 deserciones. Las bajas que sufrió en el asalto a las brechas de San Sebastián-Donostia ascendieron a 7 oficiales muertos y 14 heridos, y 133 muertos y 347 heridos entre suboficiales y tropa.
BAJAS 25 DE JULIO* BAJAS 31 DE AGOSTO*
MUERTOS MUERTOS
OFICIALES 6 OFICIALES 1
TROPA 81 TROPA 52
HERIDOS HERIDOS
OFICIALES 9 OFICIALES 5
TROPA 237 TROPA 110
*Estas cifras están reflejadas en dos lápidas situadas
en la sala de armas del castillo de Edimburgo.
4º REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE LINEA (KING'S OWN)
HISTORIA DEL REGIMIENTO.
El Regimiento de formó el 13 de Julio de 1680, después de haber sido reformado todo el organigrama del nuevo ejército regular. Su origen tiene una clara finalidad, al ser destinado inmediatamente, una vez organizado con hombres de Plymouth y Londres, para proteger la ciudad de Tánger, que formaba parte desde hacía muy poco de un expansionista Imperio Británico.
Después de esta primera misión regresó al territorio metropolitano, en donde se conocía como Regimiento de la Reina. En este período entró por primera vez en combate contra otro ejército continental en la batalla de Sedgemoor (1685), en defensa del trono del rey Jacobo II contra el pretendiente a la corona. También fue el primer regimiento británico en unirse y jurar lealtad al protestante Guillermo, Príncipe de Orange, y futuro Guillermo III, tras su desembarco en Torbay el 5 de Noviembre de 1688. Como agradecimiento por su adhesión, el nuevo rey le otorgó el derecho a portar el león de Inglaterra en su emblema.
Durante el resto del siglo XVII sus acciones se centran en los conflictos que afectan al territorio insular. Estuvo presente en las batallas del Boyne (1690), en los sitios de Cork y Kinsale (1690) y Limerick (1691), además de la campaña contra los franceses de 1692, que culmino para la historia del regimiento con la toma de Namur (1965), que figura como su primer "Honor de Batalla".
El siglo XVIII lo comienza en la Guerra de Sucesión española, donde participa en la toma y posterior defensa de Gibraltar (1704-05), en cuya guarnición permanecerá hasta 1710. Cinco años después recibió la denominación "King's Own", con la que era conocido en 1813. De este período destacaremos la participación en la famosa batalla de Culloden, donde sufrió más bajas que cualquier otro regimiento británico. En esta batalla su coronel, Robert Rich, perdió la mano izquierda y casi su brazo derecho. En la historia de esta unidad es muy conocido este oficial por la estricta disciplina que exigió a sus subordinados, no exenta de continuos castigos.
De 1753 a 1756 estuvo destinado en la isla de Menorca, y durante la segunda mitad del siglo en las Indias Occidentales entablando continuos combates contra los franceses por las rivalidades coloniales (Guadalupe en 1759 y Santa Lucía en 1778, y en América del Norte, con la Guerra de Independencia de la hasta el momento colonia.
En la Guerra contra Napoleón, formaba parte del ejército destacado en la Península Ibérica, donde desembarcó el 25 de Agosto de 1808,. Participó en la batalla de La Coruña, ciudad desde donde fue reembarcado entre el 17 y 18 de Enero de 1809, en el transcurso de la evacuación de las unidades expedicionarias. Posteriormente regresará su 2º Batallón en Julio de 1812, sirviendo hasta Enero de 1813. El regimiento estará presente en las acciones de Badajoz, Salamanca, Vitoria, San Sebastián y en la Batalla del Nive.
También participó en la guerra con los Estados Unidos hacia la que se embarcó el 2 de Junio de 1814. Participóen la batalla de Bladensburg (1814) y, tras regresar finalmente al continente europeo, en la definitiva Batalla de Waterloo (1815).
Durante la década de 1830 viajará mucho, estando presente en Australia, Tasmania, Sydney, etc.
A mediados del siglo XIX, su nuevo destino será la Península de Crimea, donde se desarrolla la Guerra contra el Imperio Ruso, donde destaca en las batallas de Alma, Inkerman y Sebastopol.
En la segunda mitad de este siglo actúa en Abisinia y Sudáfrica, en las guerras contra los zulúes, donde destaca por su actuación en la importantísima batalla de Ulundi (1879) y nuevamente, esta vez contra los Boers en 1899 - 1902.
En los dos grandes conflictos militares del siglo XX recibió honores militares por Francia, Grecia, Turquía y Mesopotamia tras la I Guerra Mundial, durante la cual contó con nada menos que 16 batallones. Europa, Irak, Siria, África del Norte, Italia, Malta y Birmania lo condecoran por la II Guerra Mundial. En esta se empeñó en combates por toda la geografía mundial, destacando los de Dunquerque (1940) y Tobruk (1941) como los más conocidos por el público en general.
CRONOLOGÍA Y ACCIONES DEL 1º BATALLÓN DURANTE LAS GUERRAS NAPOLEÓNICAS
ACTUACIÓN EN SAN SEBASTIÁN DEL 1º BATALLÓN. SU ACTUACIÓN EN EL ASEDIO DE SAN SEBASTIÁN
Durante el año 1813 el 1º Batallón tuvo 464 muertos y 7 deserciones. Del total de muertos apuntado señalaremos que 122 de estas se produjeron durante el asedio de San Sebastián.
De las 733 Medallas Generales por Servicios en el Ejército concedidas a este batallón por la Campaña Peninsular, 38 de ellas llevarán la placa de San Sebastián.
9º REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE LÍNEA (EAST NORFOLK)
HISTORIA DEL REGIMIENTO
El nacimiento de este regimiento lo encontramos en el año 1685 para luchar contra la rebelión de Monmouth. En esta segunda mitad del siglo XVII realizó destacadas actuaciones en la batalla del Boyne, Aughrim, el asedio de Limerick (1690), etc.
A comienzos del siglo XVIII participó en la Guerra de Sucesión española, donde intervino en la famosa batalla de Almansa.
El año 1751 fue nombrado con el numeral de 9º regimiento.
Durante la Guerra de los Siete Años ganó su primer "Honor de Batalla" al capturar Belle Isle a los franceses en 1761. También embarcaron para atacar Cuba, conquistando la ciudad de La Habana. Tras la firma de la Paz de Paris en 1763, se trasladaron a San Agustín, en la Florida, desde la que se notificó a la metrópoli que de 1000 hombres que iniciaron la campaña, solamente quedaban vivos 300. De todas estas bajas, únicamente 20 se habían producido por una acción bélica. El resto eran consecuencia de la fiebre amarilla y la malaria, males muy comunes en las Indias Occidentales. Permaneció acuartelado en San Agustín durante seis años, en bastante mal estado.
Tras una corta estancia en Irlanda, con el estallido de la Guerra de Independencia Americana fue enviado a Canadá para participar en la expedición de Sir John Burgoyne contra las colonias de Nueva Inglaterra. La desastrosa campaña de Saratoga terminó con la rendición de todo el cuerpo expedicionario británico, por lo que el 9º regimiento tuvo que permanecer durante 3 años internado como prisionero de guerra.
Tras su regreso de América permaneció siete años en Norwich para reorganizarse y recuperar fuerzas, convirtiéndose en el 9º Regimiento de Infantería de Línea (East Norfolk), como lo conoceremos en San Sebastián. Su emblema, que representa a Britannia, fue aprobado por el Rey en 1799.
A comienzos de 1800 el regimiento sólo contaba con un batallón que se encontraba destinado en Irlanda, por lo que se formó un segundo en Dorset (1804). En 1805 el 1º Batallón sufrió un terrible desastre. Cuando regresaba de Irlanda, su transporte, el "Ariadna", naufragó cerca de la costa francesa como consecuencia de una tormenta. Tres cientos de sus efectivos cayeron prisioneros de los franceses.
Con el comienzo de las hostilidades en la Península Ibérica contra los ejércitos invasores franceses, el 9º desembarcó a su 1º Batallón el 6 de Agosto de 1808, y al 2º el 20 de Agosto, luchando en las batallas de Roliça y Vimiero. Después, durante la trágica retirada de La Coruña, embarcó el 18 de Enero de 1809. Tuvo el honor de ser el último regimiento británico en abandonar España.
Posteriormente luchó en la desastrosa expedición de Walcheren de 1809.
El 1º Batallón regresó a la acción el 27 de Marzo de 1810 para reiniciar la Campaña Peninsular, y el 2º Batallón el 23 de Febrero de 1811 hasta su reembarque en Mayo de 1811. Lucharon en las acciones de Bussaco, Batalla de Salamanca, Batalla de Vitoria, el asedio de San Sebastián y la Batalla del Nive.
Después de esta campaña fue destinado urgentemente a Canadá, hacia donde embarcó el 4 de Junio de 1814, para evitar la invasión de esta colonia por parte de los Estados Unidos, motivo por el cual no llegó a tiempo para participar en la batalla de Waterloo. Su 2º Batallón fue disuelto en 1815.
Durante el siglo XIX participará en las guerras anglo-afganas y en el primera guerra anglo-sikh.
A mediados de siglo se destina a la Guerra de Crimea, donde participa en el asedio de Sebastopol. En 1857, nuevamente con dos batallones, fue enviado a Japón, donde desembarcó en Yokohama en el marco de la intervención británica durante la década de 1860. En 1879 nuevamente lucha en Afganistán, principalmente en Kabul, su capital.
En 1881, después de la reorganización del ejército británico (reformas de Childers), se convirtió en el 9º regimiento de Norfolk, y a partir de 1935 figura como Real Regimiento de Norfolk. En 1951 se une al regimiento de Suffolk, formándose el Regimiento de East Anglia, y finalmente en 1964 en el Regimiento Royal Anglian.
CRONOLOGÍA Y ACCIONES DURANTE LAS GUERRAS NAPOLEÓNICAS DEL 1º BATALLÓN
SU ACTUACIÓN EN EL ASEDIO DE SAN SEBASTIÁN
El 1º Batallón sufrió 255 muertos a lo largo del año 1813, de los que 68 corresponden al asedio de San Sebastián. A estas bajas habría que sumar 6 deserciones.
De las 1208 Medallas Generales por Servicios Generales en el Ejército concedidas a este batallón durante la Campaña Peninsular, 196 de ellas llevarán la placa de San Sebastián.
38º REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE LÍNEA (SOUTH STAFFORDSHIRE)
HISTORIA DEL REGIMIENTO
Fue fundado el 25 de Marzo de 1705 gracias al General Luke Lillingstone, por lo que se le conocía como el "Regimiento de Infantería de Luke Lillingstone". Los dos primeros años estuvo destinado en Irlanda, y en 1707 partió hacia las Indias Occidentales en la que iba a ser la misión más larga en ultramar de una unidad británica. Permaneció en la base de La Antigua hasta el año 1764. Durante este período participó en continuas acciones contra españoles, holandeses y franceses, además de combatir la piratería que estaba muy arraigada en la zona.
Durante este periodo de tiempo recibió su numeral regimental como 38º Regimiento (1751), ganando sus dos primeros "Honores de Batalla", el primero en Guadalupe y el segundo en La Martinica.
El año 1774 desembarca en Boston para participar en la Guerra de Independencia de las colonias americanas. Estuvo presente en las batallas de Lexington y Bunker Hill, así como en la campaña de Nueva York de 1776.
Las acciones de finales del XVIII se centran nuevamente en las Indias Occidentales donde participa en la toma de Santa Lucía (1796) y de Trinidad (1797). Un año después acudió a reprimir la rebelión irlandesa.
Con la llegada de la crisis y el comienzo de las hostilidades contra la Francia de Napoleón, se refuerza con un segundo batallón el año 1804. Participa en la conquista del Cabo de Buena Esperanza (1806) y en la campaña británica del Rio de la Plata, donde ve acción en la toma de Montevideo y en el desastroso ataque a la ciudad de Buenos Aires.
Durante las guerras napoleónicas fue destinado a la Campaña Peninsular, donde desembarcó a su 1º Batallón el 6 de Agosto de 1808, que actuó al mando del General Moore. Participó en las batallas de Roliça (17 de Agosto de 1808), Vimiero (21 de Agosto de 1808)y La Coruña (16 de Enero de 1809), donde fue evacuado con el resto de fuerzas expedicionarias británicas entre el 17 y el 18 de Enero de 1809.
El 2 de Abril de 1810 el 2º Batallón regresa, esta vez a las órdenes del Duque de Wellington. Participará de manera destacada en la batalla de Bussaco (1810). En el Sitio de Badajoz (1812), su actuación ayudó mucho a la toma de la ciudad, al ser el regimiento que logró entrar por el bastión de San Vicente.
En Mayo de 1812 se le une el 1º Batallón, por lo que el 38º se encuentra al completo en la Península. Combatió en la Batalla de Salamanca y en el sitio de Burgos. A partir de Enero se queda únicamente el 1º batallón, tras la disolución del 2º. Esta es la unidad que participará en la Batalla de Vitoria (1813), en el asedio de San Sebastián (1813), el paso del Bidasoa, la Batalla del Nive y finalmente el Bloqueo de Bayona (1814).
Durante la campaña peninsular logró "Honores de Batalla" por :
Embarcó hacia Inglaterra tras finalizar su servicio en Mayo de 1814.
En 1818 fue destinado a Sudamérica y en 1822 a la India, desde la que participó, dos años después, en la Guerra de Birmania.
El año 1836 regresa a Inglaterra, donde permanece hasta 1845, año en que es destinado a luchar contra los Sikh de la India. En 1852 participará en la segunda Guerra de Birmania.
Al estallar la Guerra contra Rusia, es destinado a la Península de Crimea como parte de la 3ª División. En las acciones que participó gana tres nuevos "Honores de Batalla", Alma, Inkerman y Sebastopol.
En la segunda mitad del XIX verá acción en la rebelión de la India (Sitio de Lucknow de 1857), en la Guerra contra los Zulúes (1878-79), en la Guerra Anglo Egipcia (1882), la Campaña de Sudán (1882-84), la Batalla de Kirbekan (1885), donde fue la última vez que utilizaron los clásicos uniformes de color rojo, para finalizar, tras un período de calma en Gibraltar, en la Guerra contra los Boers (1899-1902). Es decir, que participó en todas las campañas que cubrieron de gloria el ejército victoriano del XIX.
En 1881 se unió con el 80º regimiento de Infantería, formando el 38º el 1º Batallón y el 80º el 2º batallón del regimiento.
Durante la I Guerra Mundial es ampliado hasta contar con 18 batallones, y participa en el Somme, Cambrai, San Quintín, Gallipoli, etc, y durante la II Guerra Mundial en Caen, Arnhem (Operación Market Garden), la Campaña de África del Norte, en el Desembarco de Sicilia y en la Campaña de Birmania.
ACTUACIÓN EN SAN SEBASTIÁN
Durante el año 1813 sufrió 318 muertos y 4 deserciones. De todas estas, las que corresponden al asedio de San Sebastián son:
Relación de Oficiales muertos en acción en San Sebastián:
Relación de Oficiales muertos por enfermedad en San Sebastián:
47º REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE LÍNEA (NORTH LANCASHIRE)
HISTORIA DEL REGIMIENTO
El regimiento se funda el año 1741 gracias a Sir John Mordaunt. Es clasificado en un primer momento con el numeral 58º, que fue cambiado más tarde por el 47º (año 1751).
Su fundación se realizó en Escocia. En estas tierras es donde entró en acción por primera vez, al combatir el levantamiento jacobita. Una de sus principales acciones en esta contienda fue la defensa de Edimburgo, que nunca se rindió a los rebeldes.
En 1750 fue destinado a Nueva Escocia (Canadá), donde ya con el numeral de 47º Regimiento participará en las acciones de Louisbourg y en la Batalla de Quebec, donde tras la muerte de su jefe, el general Wolfe, comenzó a usar una línea negra en su encaje, siendo apodados desde entonces como "el regimiento de Wolfe".
En 1763 regresó a Inglaterra, para diez años después volver al continente americano a combatir a los insurrectos independentistas de las colonias de su majestad. Para ello desembarcó en Boston, viendo acción en las batallas de Lexington, Concord y Bunker Hill. El año 1776 el regimiento se destinó a proteger Quebec, y un año después participará en la desastrosa campaña que terminará en la Batalla de Saratoga, donde la mayor parte de sus efectivos caen prisioneros. Esta situación se prolongó durante seis años, hasta el final de la Guerra de Independencia Americana. Solamente se libraron del cautiverio dos compañías y media del regimiento.
En 1782 regresaron los supervivientes a la metrópoli para ser reasignados al 8º de Infantería, mientras se recomponía un nuevo regimiento. Es, en este momento, cuando se le empieza a conocer como "Lancashire".
Durante la Revolución Francesa fue destinado a servir en la Islas Occidentales. Se forma el 2º batallón en Norfolk, aunque este se disolvió casi seguidamente.
Con el comienzo de las Guerras Napoleónicas se forma definitivamente el 2º batallón, que es enviado a Irlanda. Por su parte el 1º es destinado al Cabo de Buena Esperanza. Este 1º batallón fue mandado a servir en la Guerra de Sudamérica, donde participa en la conquista de la ciudad de Montevideo, y en el fracasado ataque a la de Buenos Aires. Tras esta campaña fue destinado al Golfo Pérsico (1808), donde luchó principalmente contra las bases de piratería árabe.
El 2º batallón es destinado en 1808 a Gibraltar, y en Mayo de 1810 comienza su peregrinaje por la dura Campaña Peninsular. El 4 de Noviembre de 1810 desembarcará también su 1º Batallón. Sus primeras acciones se centran en la Batalla de la Barrosa, a las órdenes del Teniente General Thomas Graham, y en la defensa de Tarifa. Destaca su actuación en 1813 en la Batalla de Vitoria, así como el asalto a San Sebastián el 31 de Agosto de 1813, donde fue este batallón uno de los que encabezaron el ataque en el que sufrió un gran número de bajas entre sus filas.
Tras lograr entrar en territorio francés, participa en el Paso del Bidasoa, en la Batalla del Nive y al final de la Guerra en el Bloqueo de la ciudadela de Bayona. Tras esta dura campaña, el 2º Batallón embarcó el 24 de Agosto hacia el puerto de Potsmouth, donde fue disuelto.
Durante el resto del siglo XIX el regimiento participará en las guerras Mahrattas, gracias a las cuales el Imperio Británico se asegurará el control casi total de la India. También en la Guerra de Birmania y en la Campaña de Crimea contra el Imperio ruso. Durante esta última, formó parte de la 2ª División, con la que destacó en la sangrienta batalla de Alma, en la Inkerman y en el asedio de Sebastopol.
En 1881 se fusionó con el 81º de Infantería, para formar el 1º y 2º Batallones del Leal Regimiento de Lancashire del Norte.
ACTUACIÓN DEL 2º BATALLÓN DEL 47º REG. EN SAN SEBASTIÁN
El 47º regimiento se libró del fracasado asalto del 25 de Julio a las brechas de San Sebastián, al no ser designado para actuar en este fracasado asalto que tantos muertos costó a las unidades participantes. Desde ese momento, hasta el definitivo ataque del 31 de Agosto, en el que si participó, sus efectivos, se vieron reforzados gracias a la incorporación de los heridos en la batalla de Vitoria, y el regreso de las unidades que se habían quedado "dispersas" por el territorio recién conquistado.
El batallón sufrió un terrible castigo en la brecha de la muralla donostiarra, con la pérdida de más de 230 de sus efectivos entre muertos y heridos, entre los que se encontraba gran parte de su oficialidad. De los muertos sufridos por este regimiento a lo largo del año 1813, cifrados en 282 hombres, a los que hay que sumar 23 deserciones, 113 lo fueron en el asedio de San Sebastián-Donostia.
Este regimiento tiene como Honores de Batalla ganados en la Campaña Peninsular:
De las 301 Medallas Generales por Servicios en el Ejército concedidas a este batallón durante la Campaña Peninsular, 90 de ellas llevarán la placa de San Sebastián.
59º REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE LÍNEA (NOTTINGHAMSHIRE)
HISTORIA
Tras el estallido de la Guerra de los Siete Años, Gran Bretaña se vio obligada a aumentar sus fuerzas militares, por lo que este regimiento verá la luz el 23 de diciembre de 1755, gracias al Teniente General Sir Charles Montagu, que lo organizará en los condados de Leicestershire y Northamptonshire, con el numeral regimental de 61º de Infantería. Poco tiempo después adoptará el definitivo número 59º con el que llegará al asedio de San Sebastián de 1813.
En 1782 es destinado a servir en la base de Gibraltar, destino que durará un período de diez años. Seguidamente sirve en la Islas del Canal y en Inglaterra hasta el estallido de las Guerras contra la Revolución Francesa. En esta campaña desembarcó en Flandes, sufriendo el duro revés de todo el cuerpo expedicionario inglés. Fue evacuado y enviado a las Indias Occidentales, exactamente e San Vicente, destino que duró siete años en los que destacó en la lucha contra el levantamiento de los "Cimarrones".
En 1804 como consecuencia de las Guerras contra el Imperio Napoleónico es ampliado con un segundo batallón, que será el destinado a hacer la Campaña Peninsular. Desembarcó el 29 de Octubre de 1808, y participó en la batalla de La Coruña en Enero de 1809, teniendo que ser evacuado junto al resto de la expedición entre el 17 y el 18 de Enero de 1809.
Seguidamente fue enviado a la desastrosa expedición de Walcheren (1809), desde donde regresó a Gran Bretaña, donde permaneció hasta 1812. Mientras, el 1º Batallón se encontraba en la India, desde donde invadió la Isla de Mauricio y Java.
El 2º Batallón regresó a la Península en 1812, viendo acción en la Batalla de Vitoria, en el asedio de San Sebastián, en la batalla del Paso del Bidasoa, la de Nivelle y la del Nive.
Una vez terminada la Guerra contra Francia regresó a Irlanda, de donde partió hacia Bélgica a combatir nuevamente contra el Imperio de los "Cien Días" de Napoleón, en la Batalla de Waterloo. Tras este hecho de armas, el 2º Batallón regresó a Inglaterra, donde se disolvió en 1816.
Desde ese momento solamente queda el 1º Batallón que sigue destinado en la zona de Asia, donde combatió en la Guerra Maratha y en las dos Guerras del Opio contra China. En esta campaña ocupó la ciudad de Cantón.
En 1878 participa en la Guerra de Afganistán, tras la cual el 59º regresó a Inglaterra.
SU ACTUACIÓN EN LA CAMPAÑA PENINSULAR
Los Honores de Batalla de este regimiento, logrados en la Campaña Peninsular son:
De las 472 Medallas Generales por Servicios en el Ejército concedidas a este batallón durante la Campaña Peninsular, 115 de ellas llevarán la placa de San Sebastián.
LA ÚLTIMA TRAGEDIA DEL 59º EN LAS GUERRAS NAPOLEÓNICAS
Tras su participación en la campaña contra el Imperio de los "Cien Días" de Napoleón, que terminó con la conocida batalla de Waterloo (1815), el 59º persiguió a los franceses hasta las puertas de Paris, tras combatirlos nuevamente en Cambrai. Frente a la capital francesa permaneció acampado cuatro meses, en el Bois de Boulogne. Tras la firma de la paz con los franceses el 6 de Diciembre de 1815, el regimiento embarcó hacia las costas inglesas desde Calais.
Al llegar a Inglaterra, muchas de las esposas e hijos de sus oficiales y soldados esperaban ansiosamente en el puerto, tras tantos años de separación. Desde Ramsgate (Inglaterra) zarparon con sus familias el 25 de Enero de 1816 rumbo a Cork (Irlanda) embarcados en los transportes "Seahorse" y "Lord Melville", este segundo buque compartido con el 2º Batallón de 62º de Infantería.
Una tremenda tempestad sorprendió al convoy, compuesto también por el transporte "Boadicea", en el que viajaba el 82º Regimiento de Infantería. Los tres buques naufragaron empujados contra las rocas de la costa.
En el "Seahorse" murieron ahogados 13 Oficiales y 264 suboficiales y soldados del 2º Batallón del 59º de Infantería de Línea. Con ellos perecieron 15 marineros de la tripulación, 1 Oficial de Marina Real, y las 33 esposas y 38 hijos de los hombres del regimiento. Ninguno de sus familiares se salvó. Las corrientes arrastraron hacia la costa únicamente sesenta cuerpos, que fueron enterrados en la arena de la playa, a cien metros de la orilla.
Muchos de los náufragos eran veteranos del asedio a la ciudad de San Sebastián. De entre todos los militares que viajaban en el transporte "SeaHorse" podemos mencionar, por ejemplo, a los tenientes Alexander Macpherson y Henry Hartford, ambos heridos en el ataque del 31 de Agosto, el segundo de ellos grave, que tuvieron la suerte de sobrevivir a la catástrofe. Peor suerte corrieron el cirujano James Hagan y el Intendente del regimiento William Baird, de 30 y 38 años respectivamente, también veteranos del asedio de San Sebastián, que perecieron entre los restos del naufragio.
En el otro transporte, el "Lord Melville", la suerte hizo que el número de ahogados fuese menor gracias a la ayuda que recibieron de los habitantes del lugar. En este navío viajaban, como ya he mencionado parte del regimiento 59º y del 62º. El Capitán Francis Fuller, y los Tenientes Edward Duncan, William Pittman, Paterson 'Hara, Wright Edwards, Peter Robertson y Lewis Carmichel, todos veteranos del 59º en el ataque a San Sebastián, lograron salir vivos de la catástrofe. Curiosamente todos los tenientes mencionados resultaron heridos en el asalto a la ciudad. El Teniente Carmichel, por ejemplo, permaneció todo el asalto del día 31 de Agosto en la brecha de la muralla animando a sus hombres, inmovilizado, tras haber resultado herido en tres ocasiones seguidas.
Las víctimas en este segundo naufragio fueron mucho menores. Perecieron 1 capitán del 62º y 2 soldados del 59º. Otros dos Capitanes del 59º tuvieron que lamentar la pérdida de sus esposas, y el Sargento Weld, del mismo regimiento, a su esposa e hijo.
Hay varias recuerdos sobre este luctuoso acontecimiento. El primero es el monolito situado junto a la playa, que originariamente estaba junto a las tumbas. El segundo es un obelisco en medio del Cementerio de la Iglesia Parroquial de Tramore. Este monumento tiene en sus cuatro caras escritos los hechos más destacados del regimiento. En la orientada hacia el Este, encontramos escrito el nombre de San Sebastián 1813.
RELACIÓN DE REGIMIENTOS QUE CONTRIBUYERON CON PARTE DE SUS EFECTIVOS EN EL ASEDIO DE SAN SEBASTIÁN
En este listado se incluyen los regimientos y unidades que, a pesar de su contribución, no ostentan entre sus "Honores de Batalla" el nombre de San Sebastián. Su participación en el asedio se debe al llamamiento efectuado por Lord Wellington al resto de divisiones, para que sus voluntarios "enseñaran" a luchar a la 5ª División.
1º REGIMIENTO DE GUARDIAS
(GRANADEROS)
Este regimiento se formó originariamente, en 1656, como Guardia del Rey, siendo denominado como Guardia de Granaderos a partir de 1815.
Desembarcó en la Península el 29 de Octubre de 1808.
Tras el desastre de La Coruña, fueron reembarcados para abandonar la campaña entre el 17 y el 18 de Enero de 1809. Regresó con su 2º del 31 de Marzo de 1810 al 25 de Mayo de 1811 en que es nuevamente reembarcado, y posteriormente con su 3º Batallón el 27 de Abril de 1811. Este se verá reforzado con la llegada del 1º Batallón el 1 de Octubre de 1812.
Este regimiento consiguió 63 Medallas Generales por Servicios en el Ejército con la placa de San Sebastián, de un total de 1019.
Las bajas del 1º Batallón durante el año 1813 ascendieron a 570 muertos, de los que la inmensa mayoría lo fueron como consecuencia de una epidemia de fiebres que se desató en la primera parte del año.
El 1º y 3º Batallones permanecieron en la Campaña hasta el 27 de Julio de 1814, fecha en que fueron definitivamente embarcados.
2º REGIMIENTO DE INFANTERÍA
(ROYAL WEST SURREY o de LA REINA)
Desembarcado en la Península el 20 de Agosto de 1808, fue reembarcado entre el 17 y 18 de Enero de 1809, durante la evacuación del ejército expedicionario británico, para regresar nuevamente a la acción el 2 de Marzo de 1811
. Este regimiento fue recompensado con 522 Medallas Generales por Servicios en el Ejército, de las que 13 llevan el cierre de San Sebastián. Destacamos al SoldadoJames Thomson, que ostentó el máximo número de cierres del regimiento, con diez.
El regimiento se embarcó rumbo a la metrópoli al final de la Campaña, exactamente el 14 de Junio de 1814.
7º REGIMIENTO DE FUSILEROS REALES
(CITY OF LONDON REGIMENT)
Sus dos batallones, el 2º presente desde el 5 de Abril de 1809 en la Campaña Peninsular, y el 1º desde Julio de 1810, fueron fusionados en uno sólo tras haber sufrido ambas unidades fortísimas pérdidas en la Batalla de La Albuera (705 bajas). En total consiguieron en la Campaña Peninsular 1908 Medallas Generales por Servicios en el Ejército, de las que 41 contienen la placa de San Sebastián.
Fue uno de los regimientos que más bajas sufrió a lo largo de la Campaña, con 958 muertos.
Permaneció en la Campaña hasta el 14 de Junio de 1814, en que fue embarcado.
En la Península estuvo presente su 1º Batallón, que desembarcó el 20 de Agosto de 1808. Fue evacuado de La Coruña entre el 17 y el 18 de Enero de 1809, para no regresar hasta el 15 de Noviembre de 1812.
Consiguió 726 Medallas Generales por Servicios en el Ejército, de las que 18 lucen la placa con el nombre de San Sebastián. Destaca el Soldado Charles Stainsby, que ostentó el máximo número de cierres, once en total, entre los que se encuentra el de nuestra ciudad.
Permaneció en la Campaña hasta el 22 de Junio de 1814, fecha en que fue embarcado.
23º REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE LÍNEA
(REALES FUSILEROS DE GALES)
Desembarcó su 2º Batallón en la Península el 29 de Octubre de 1808. Fue evacuado con el resto de la expedición británica entre el 17 y el 18 de Enero de 1809, para regresar nuevamente, esta vez con su 1º Batallón, el 10 de Diciembre de 1810.
Participó en San Sebastián con tropas de su 1º Batallón. De las 1134 Medallas Generales por Servicios en el Ejército 30 de ellas llevarán el nombre de San Sebastián en sus clasps.
Permaneció en la Campaña hasta el 6 de Junio de 1814, fecha en la que fue embarcado.