Vida y Asedios de una pequeña gran ciudad
Tras la Revolución francesa, el ejército francés sufre una gran transformación. Gran cantidad de sus mandos desertan, e incluso el arma de la caballería prácticamente desaparece. l ataque de las potencias fronterizas en la llamada Guerra contra la Primera Coalición (1792 - 1797), hará ver a los franceses la necesidad de efectuar cambios radicales en la organización de su ejército. Tras lo aprendido en las grandes y sangrientas batallas que se producen en esta guerra, se decreta el servicio militar obligatorio, medida que ocasiona el enganche de más de millón y medio de reclutas. Esta enorme cifra obliga a reorganizar urgentemente el sistema militar.
Una de las novedades que introdujo Napoleón tras su llegada al poder en 1799, en su organización militar, y que tan buenos resultados le dio, es que cada una de sus divisiones estuviera compuesta por infantería, caballería y artillería, de manera que en caso necesario podían actuar como si de un ejército en miniatura se tratase. Esta organización es muy similar a la utilizada por los alemanes durante la II Guerra Mundial, con sus famosos "Kampfgruppe" o Grupos de Batalla.
Otra innovación es la creación de los llamados cuerpos de ejército a partir del año 1803. Estos se componían de dos divisiones como mínimo, y cuatro como máximo, apoyadas por una treintena de piezas de artillería. Es decir, estamos hablando de un cuerpo de ejército formando por no menos de 20.000 hombres, pudiendo verse esta cifra casi doblada en algunos casos.
El gran cambio en la formación de los regimientos franceses se produjo el año 1808, gracias al Decreto del 1 de Febrero, mediante el cual, todos los regimientos pasaban de tener tres Batallones a cinco, con cuatro en servicio activo y uno en reserva. Cada batallón que se encontraba en campaña contaba con seis compañías, una de granaderos, otra de "voltigeurs" (unidades de élite, que se asemejaban mucho a las de cazadores) y cuatro de fusileros. Por su parte el batallón de reserva solamente contaría con cuatro compañías.
Cada batallón se componía de seis compañías, con 132 hombres cada una. Esto hacía un total de 792 hombres, a los que había que sumar los tamborileros, músicos, etc. Como tropas especiales, disponían de zapadores, que realizaban las labores inherentes a este tipo de cuerpo, como son la construcción de puentes, trincheras, etc.
Había dos tipos de infanterías. Una era la denominada infantería regular o de Línea, que componía el grueso del ejército. La otra era la infantería ligera, que se empezó a utilizar de manera generalizada y organizada a partir de 1801. Estaba formada por cuatro compañías de cazadores, cuya misión consistía generalmente en avanzar delante del grueso de las formaciones, para hostigar al enemigo antes del choque, debilitándolo e impidiendo su correcta formación de combate, por una de "voltigeurs", y por una de carabineros. El éxito de estas unidades desembocó en la formación de regimientos completos de infantería ligera.
El número de regimientos existentes en el período napoleónico varía de un momento a otro. Al final de la contienda, el número de regimientos de infantería de línea va desde el número 1º al 157º, con algunas exclusiones, y el de infantería ligera son 35 numerados del 1º al 37º, con algunas exclusiones también.
En la Campaña Peninsular combatieron 70 regimientos franceses, lo que traducido a números reales, nos da una cifra aproximada de 300.000 hombres en el mejor de los momentos.
Veamos más detenidamente cada tipo de infantería que compone un batallón.
FUSILEROS.
Son la parte fundamental de la infantería de Línea francesa, por formar su cuerpo central. Tienen que formar de manera cerrada, hombro con hombro, recibiendo descargas de fusilería, manteniendo en todo momento su posición. A la hora de destinar hombres a los distintos tipos de infantería, se tenían mucho en cuanta la altura. Para los fusileros, la altura media era de 1'65 metros, que hacía que fuesen considerados útiles para manejar la bayoneta en la lucha cuerpo a cuerpo.
La infantería de línea francesa vestía un uniforme de color blanco en época de los borbones. Con la llegada de la revolución y después del Imperio, es sustituido por el azul. El bicornio que adornaba sus cabezas, también es sustituido por el chacó.
CAZADORES.
Los Cazadores forman la fuerza principal de la Infantería Ligera. A diferencia de los fusileros, estos suelen actuar de manera más independiente. Son ágiles, sirven en misiones de exploración, de descubierta, de emboscadas y escaramuzas. Saben aprovecharse de todas las ventajas del terreno. Suelen ser más bajos que los fusileros, con una altura media de 1'62 metros.
Originalmente su uniforme era de color verde oscuro, con el número del batallón en un cuerno de caza. Este uniforme es sustituido en 1793 por el azul francés, aunque mantendrán el verde en las charreteras de su uniforme, en el cordón del chacó y en la pluma.
VOLTIGEURS.
Son las compañías de élite de los batallones. Están entrenados en el disparo preciso y en l rápida recarga del arma. Son tropas ágiles y rápidas. Su estatura es inferior al resto de cuerpos, rondando los 1'59 metros demedia. A partir de 1805, un requisito indispensable para pertenecer a estas compañías es haber cumplido un mínimo de dos años de servicios con una hoja excelente. Por este motivo cobraban más que el resto de tropas. Si el batallón formase en línea, la compañía de "voltigeurs" formaría en el ala izquierda.
Su uniforme se distinguía por el color amarillo del cuello, no usaban hombreras. Las charreteras eran amarillas y rojas o amarillas y verdes.
GRANADEROS.
Forman la otra compañía de élite del batallón, que de formar en línea ocuparía el ala contraría a los "voltigeurs". Eran elegidos entre los más altos y fuertes de los fusileros, siendo veteranos con una hoja de servicios impecable. Su altura media rondaba los 1'74 metros.
Su uniforme aumentaba el are de majestuosidad y fuerza. Sus gorros eran de piel, las charretera rojas aumentaban el porte de sus hombros. Si no tenían gorro de piel, el chacó portaba grandes plumas. Ofrecían un aire marcial impecable.
Luego vendrían los carabineros y los zapadores. Los primeros formaban las compañías de élite en los Regimientos de Infantería Ligera, a modo de lo que equivale para un regimiento de línea los granaderos. Los zapadores eran los más fuertes del regimiento. Solían situarse junto al águila del regimiento. Tenían que avanzar bajo el fuego enemigo para limpiar el campo del mayor número de obstáculos que impidiesen el paso del grueso de los hombres. Su índice de bajas era aterrador. Algunas de sus misiones eran suicidas, con pocas esperanzas de regresar con vida.
UNIFORME DE LA INFANTERÍA FRANCESA
Los uniformes de la Infantería de línea se componen por regla general de una guerrera azul con pechera blanca y pantalón también blanco. En la cola llevaba bordada la "N" de Napoleón, aunque muchas veces esta característica no se daba, por premuras y falta de presupuesto. Las compañías de granaderos, en lugar de la letra mencionada llevaban una granada. La compañía de "voltigeurs" y la de granaderos, portaban, en algunas ocasiones, plumas altas, diferenciándose también del resto en que estas dos unidades tenían charreteras en lugar de hombreras.
Muchas unidades se equipan con polainas. Los soldados llevan un Shakó o Morrión coronado por un mechón redondo. Desde una ordenanza fechada el 9 de Noviembre de 1810, se estaban suprimiendo las inútiles y molestas plumas con que se coronaban estos gorros. Una nueva ordenanza, esta del 21 de febrero de 1811 fija el color de estos pompones en función de la compañía a que se pertenezca. Verde oscuro para la primera, azul cielo para la segunda, naranja la tercera y violeta para la cuarta.
Todos los morriones estaban decorados por una cocarda o escarapela tricolor, justo en el arranque del ponpón.
La figura superior representa al Comandante o Jefe de Batallón.
Los oficiales se distinguían del resto de tropa por las charreteras bordadas en oro, y los galones, también dorados, que adornaban el shakó.
El primero de los dibujos a la derecha, representa a un capitán de Infantería de Línea, y el segundo a otro de una compañía de Granaderos. La segunda figura representa a un Sargento Mayor, con los galones en manga y bocamanga. Es un suboficial de Infantería de Línea, ya que su guerrera no está decorada con charreteras, sino con hombreras.
Entre los cargos especiales que existían en los batallones figuran, el cirujano y ayudante de cirujano (fig. de la izquierda pág. anterior), a continuación el porta estandarte, o porta águila, y los tambores, que como era costumbre en los ejércitos de la época solían ser niños que no superaban los 14 años de edad. El primero de ellos es un tambor de Infantería, y el segundo, a su derecha de granaderos. Finalmente a la derecha está representada una aguadora o cantinera.
El infante normal llevaba un uniforme como el de la figura de la izquierda, diferenciándose de los granaderos y voltigeurs principalmente en las hombreras, además de los bordados en las colas de las guerreras. La figura situada más a la izquierda representa a un soldado de la Compañía de Zapadores, denominada "sapeurs et mineurs", que servían como tropas de apoyo a los oficiales de ingenieros.
ARMAMENTO DE LA INFANTERÍA
El ejército francés se dotó, en su mayor parte, del fusil conocido como modelo 1777. Cuyas principales características técnicas eran:
Añadiré algunos datos y curiosidades de este arma. Sobre la efectividad del disparo, es decir, que la chispa de la piedra de sílex no fallase, el porcentaje normal era de un fallo cada quince intentos. La velocidad de disparo siempre es subjetiva, ya que dependía mucho de la habilidad del fusilero.
La precisión del disparo era bueno hasta 100 metros y pasable hasta los 200 metros. A partir de esta distancia no existía seguridad alguna de acertar en el objetivo. Los fusiles carecían de alza para apuntar, por lo que el infante tenía que seguir algunas instrucciones:
Era un arma que tendía a atascarse si se utilizaba mucho, dando sus primeros problemas a partir de los 50 disparos. Muchos fusileros solían orinar en el cañón del fusil, para limpiarlo, en plena batalla.
Los soldados portaban un sable conocido como sable "briquet", de hoja curva y apuntada, con un sólo filo. Su empuñadura era de metal acanalado, con una guarnición sencilla de arco, y una contra guarda ondulada hacia abajo en el encuentro con la cabeza de la hoja. Este sable colgaba de una bandolera junto a la bayoneta del fusil.
Las cartucheras que portaban los soldados de infantería llevaban la letra "N" de Napoleón, a excepción de los granaderos, que la tenían adornada con una granada.
En su interior encontraríamos un núcleo o corazón realizado en madera, con los huecos necesarios para contener los instrumentos necesarios para el mantenimiento del arma, así como los espacios para almacenar los cartuchos ya listos para introducir en el arma.
Regimientos que participaron en la defensa de San Sebastián-Donostia.
Este regimiento es uno de los más antiguos del mundo que aún sigue en activo, ya que la fecha de su fundación nos lleva hasta el año 1564, en la región de Picardia, por lo que su primera denominación fue la de "Regimiento de La Picardie". Si nos quisiésemos retrotraer aún más, podríamos llegar hasta 1479, año en que se formaron las primeras compañías de La Picardie. Su numeral se le impuso el año 1791, cuando se cambiaron todos los nombres procedentes de la organización existente durante el antiguo régimen.
Hasta el período revolucionario había estado presente en las batallas de Rocroi (1643), de las Dunas (1658), Cambrai (1677), etc.
Acabado el Imperio de Napoleón, durante la Restauración de los Borbones se le llamo Regimiento del Rey, y nuevamente, en el período de la vuelta del emperador, llamado de los Cien Días, ostentó su antiguo numeral durante las batallas de Quatre Bras y Waterloo. Tras estas derrotas y nuevamente la vuelta de la monarquía fue disuelto (19 de Septiembre de 1815).
Su plaza la ocupa una unidad denominada Legión 1ª del Ródano hasta 1854, en que es llamada definitivamente 1º Regimiento de Infantería.
En 1914, con la I Guerra Mundial, recibe el nombre de 201º Regimiento de Infantería, y en 1940, tras el armisticio con la Alemania de Hitler, durante la II Guerra Mundial se le bautiza como Regimiento de Infantería de Primera de Flandes. En 1944 se refunda como 1º Regimiento de Infantería nuevamente, denominación que ostenta en la actualidad.
Desde la adquisición de su nueva denominación, y de su refundación en 1794 y 1796, a participado en la siguientes acciones bélicas:
Sus integrantes recibieron en total 3 "Sables de Honor" y 2 "Fusiles de Honor", a lo largo de las campañas desarrolladas durante las Guerra Napoleónicas.
Durante la primera mitad del siglo XIX, formó parte de la Invasión de los llamados Cien Mil Hijos de San Luis, regresando nuevamente a territorio peninsular (1823), para reafirmar en el trono a Fernando VII como rey absolutista. También participó en la Campaña de Argelia (1837-42).
En la Guerra de 1870 entre el Imperio Alemán y el Segundo Imperio francés, formó parte del 4º Ejército francés, al mando del General Lamirault, participando en las batallas de Gravelotte y Saint Privat entre otras, hasta caer prisionero de los alemanes en el cerco de Metz.
Durante la primera contienda mundial estaba integrado en la Iª División, participando en batallas como Charleroi, Marne, Verdún con el fuerte Douaumont, el Somme, etc. Tras el armisticio es destinado a servir en Alsacia.
En la II Guerra Mundial lucho en Bélgica (Court Saint Etienne), donde resulto destruido casi completamente.
En la última mitad del siglo XX forma parte de las fuerzas de ocupación de Alemania (1945-55) y participa en la Guerra de Independencia de Argelia (1955-62).
Actualmente sigue existiendo, y se encuentra integrado en la I Brigada Mecanizada, con sede en Sarrebourg.
CAMPAÑA PENINSULAR
Durante la Guerra de Independencia de España, su 4º Batallón estuvo presente en la Península. De entre sus numerosas acciones, muchas de ellas contra la Guerrilla, destacan las de mayor escala, como la Batalla de Salamanca o de los Arapiles, y la defensa de San Sebastián.
En la Batalla de Salamanca su actuación fue de gran valentía, a resultas de la cual su Comandante de Batallón, François Ganivet Desgraviers Bertholet resultó herido de gravedad. Falleció el 26 de Julio a consecuencia de las mismas.
En el asedio de San Sebastián, su 4º Batallón fue asignado a la defensa de la plaza, con un total de efectivos compuesto por 13 oficiales y 219 suboficiales y tropa, mandados por el Jefe o Comandante del Batallón Cramail. En un principio les destinan a fortificar y defender el castillo de la Mota.
Durante el primer asalto inglés del día 25 de Julio participó en la defensa una de sus compañías, posicionada en el sector de la muralla de la Zurriola más cercano al monte, que comprendía la cortina que discurre entre el baluarte de San Telmo y el Cubo de Amézqueta. Como punto más expuesto y peligroso en esa zona estaba la la brecha denominada menor. El resto de efectivos se dispuso protegiendo el castillo y el monte Urgull, porque se sospechaba que los aliados podrían intentar desembarcar en este punto, lo que supondría exponerse a un ataque en la retaguardia de todas la defensas francesas.
Durante el segundo asalto a las brechas, el regimiento no sufrió en exceso, por encontrarse en labores de custodia de los prisioneros aliados capturados hasta la fecha con 40 de sus efectivos, y en la defensa del castillo, por lo que no se encontraban en primera línea de fuego, a pesar de lo cual su Comandante Cramaille resultó muerto.
El regimiento de formó con la unión del 2º y 4º batallones del Regimiento de La Guyena (Guyenne). En 1791 se le atribuyó el numeral 22º Regimiento de Infantería, con el que permanecerá a partir de 1803, tras las modificaciones realizadas como 22º Media Brigada de Infantería de Línea.
Durante las Campañas posteriores a la Revolución y las Guerras Napoleónicas participó en las siguientes acciones:
CAMPAÑA PENINSULAR
Una de las acciones de mayor envergadura en la que participó este regimiento, fue la Batalla de Salamanca, también llamada de los Arapiles. Lamentablemente, su historial se vio dañado por la pérdida la posesión más preciada de un regimiento francés, su águila. En efecto, el 22º perdió la suya en circunstancias no muy claras. Algunas versiones dicen que en un momento de pánico fue abandonada, mientras que hay otras versiones que apuntan a que fue encontrada entre los cuerpos de varios soldados muertos a consecuencia de una descarga británica, por un soldado portugués del 12º de Cazadores. El águila se encuentra actualmente expuesta en Fulwood, en los cuarteles del Regimiento del Duque de Lancaster (Lancashire).
El número de efectivos destinados a San Sebastián ascendía a 11 oficiales y 464 suboficiales y tropa, pertenecientes a su 3º Batallón. A su mando se encontraba el Comandante o Jefe de Batallón De Sally (en otras fuentes Dessailly).
En el asedio de San Sebastián participaron activamente en la defensa del convento de San Bartolomé, con el batallón al completo en la acción. En el ataque final a esta posición por las tropas aliadas, defendían la parte derecha del convento, es decir, las casas situadas en el camino que conduce a Hernani, que previamente habían sido reforzadas y aspilleradas. En estas acciones se destacaron por su fiereza y determinación. Conquistadas las posiciones por el enemigo, y recuperadas en varias ocasione a la bayoneta hasta su final abandono, resulto herido el jefe de Batallón Dessailly, y causaron baja varios de sus oficiales, como el teniente Saint Jeanne que cayó mortalmente herido.
En la defensa de San Sebastián durante el ataque aliado del 25 de Julio se destinó el grueso de sus compañías a la defensa de la parte izquierda de la brecha pequeña, entre esta y el baluarte de San Telmo, mandadas junto a otras tropas de refuerzo por el Jefe de Batallón Dessailly. Otra compañía se estableció como reserva en el camino cubierto del Hornabeque de San Carlos, y finalmente, para defender la brecha principal, al mando del General Rey, las compañías de Granaderos y Voltigeurs.
El éxito francés en esta acción se saldó con la importante pérdida del Comandante Dessailly, que resultó muerto.
Durante el segundo y definitivo asalto aliado, la compañía de granaderos del 22º se dispuso a la derecha de la brecha grande, sobre la cortina. Otra compañía defendía el baluarte de Santiago, y otras dos compañías la segunda línea de defensa, es decir, los parapetos y barricadas que cerraban el acceso a las calles de la ciudad tras la gran brecha. En el transcurso de esta acción murieron tres de sus oficiales y resultaron heridos otros seis.
Sus integrantes recibieron 15 "Fusiles de Honor", por sus actuaciones durante la Campaña Transpirenaica.
El regimiento se creó el año 1775 gracias a la unión de los batallones 2º y 4º del Regimiento de Touraine, tras lo cual se le denominó Regimiento de Saboya Carigan hasta el año 1785, en que se le bautiza como Regimiento de Angulema. Este nombre perdurará hasta 1791, en que será sustituido por el numeral regimental de 34º Regimiento de Infantería de Línea. Tras denominarse 34º Media Brigada de Batalla (1793) y 34º Media Brigada de Infantería de Línea (1796), definitivamente es llamado 34º Regimiento de Infantería de Línea el año 1803.
En el período comprendido entre las Guerras Revolucionarias y las Napoleónicas participará en las siguientes acciones:
CAMPAÑA PENINSULAR
Cuando su 3º Batallón fue destinado a la defensa de San Sebastián, al mando del Comandante Thomas, este contaba con 12 oficiales y 434 suboficiales y tropa.
La primera de las misiones encomendadas al batallón será la defensa del convento de San Bartolomé, acción brillantemente realizada durante cuatro días, hasta el relevo de la unidad por otra más descansada.
En la victoriosa defensa contra el asalto aliado del día 25 de Julio, sus cuatro compañías de infantería se situaron en la cortina de la derecha de la brecha principal y en el baluarte de Santiago, al mando de su comandante Thomas. Las compañías de granaderos y voltigeurs, mandados por Rey, se ocuparon de la brecha principal.
Durante el asalto final del 31 de Agosto, se asignó al batallón la defensa del sector de la muralla que daba al puerto, el camino de ronda, el Cubo Imperial y la parte del frente de tierra comprendido entre el Baluarte de San Felipe y la Puerta de Tierra. Gracias a esta disposición, no sufrió mucho en el transcurso del sangriento ataque.
Sus hombres consiguieron 2 "Sables de Honor" y 3 "Fusiles de Honor" en el transcurso de la Campaña Peninsular.
Este regimiento se formó el año 1667, desarrollando una intensa actividad a lo largo de las campañas bélicas que se sucederán después de la Revolución francesa. Entre estas acciones señalaremos:
Sus Honores de Batalla son Wagram y Lutzen.
CAMPAÑA PENINSULAR
El 62º regimiento se encontraba de servicio en Italia, cuando recibió orden de incorporarse como parte de la 7ª División en España, en Agosto de 1811. En ese momento contaba con tres batallones completos, con los que empezará esta nueva campaña. Su vida en Italia había sido bastante más tranquila esos meses, en comparación con la que a partir de este momento le tenía reservada el destino.
Uno de sus campamentos y punto central de operaciones en la península fue la ciudad de Zamora, donde estuvo sobre todo al principio del año 1812. Su acción más importante, desarrollada poco después, fue la batalla de los Arapiles o de Salamanca (22 de Julio de 1812), donde después de batirse con valor y coraje se retiró con el resto del ejército francés, dejando tras de sí 20 oficiales y 848 soldados entre muertos, heridos y prisioneros.
En esta batalla perdió el tesoro más preciado de un regimiento francés, su águila imperial, curiosamente lo mismo que le ocurrió al regimiento número 22º, también presente en San Sebastián. Según cuentan testigos presenciales, el Teniente Pearce del 44º regimiento británico, se percató que su portador la estaba desmontando para guardársela dentro del capote. Se enzarzaron en una pelea a la que se unieron el segundo porta águila, otro soldado francés y tres ingleses del 44º. El soldado francés estaba a punto de matar al teniente con la bayoneta, cuando recibió un disparo en plena cabeza de uno de los soldados británicos (soldado Finlay). Inmediatamente después los dos porta estandartes franceses también cayeron muertos. Este trofeo fue clavado en una pica de sargento, portándola el regimiento durante el resto de la batalla, hasta que se presentó a Lord Wellington como trofeo de guerra. A esta águila le falta actualmente todo el zócalo con la numeración del regimiento, así como el haz de rayos.
Actualmente se encuentra expuesta en el Essex Regimental Museum de la ciudad de Chelmsford.
Como consecuencia de este número tan elevado de bajas sufrido en la batalla, el 2º batallón desaparece, integrado en los dos restantes (26 de Agosto de 1812). A partir de esta fecha destaca su participación en la Batalla de Vitoria, en la que nuevamente se bate con una gran valentía, perdiendo 20 oficiales y 1100 soldados del resto de graduaciones. Tras esta nueva carnicería, los dos batallones son reunidos en uno sólo, el 3º Batallón, que será el destinado a servir con la guarnición de San Sebastián.
Los efectivos con que cuenta en este momento son 20 oficiales y 812 de tropa, al mando del Comandante o Jefe de Batallón Blanchard.
Esta elección no fue casual. Al General Rey se le destinaron tropas selectas, que ya habían demostrado su valor y eficacia en el combate. Este regimiento, era de una efectividad y combatividad sin igual.
El 3 de Julio, en la salida realizada por la guarnición francesa, en tres columnas, 600 de sus efectivos, más algún refuerzo, formaron la que ocupaba la zona más cercana al rio Urumea, con el objetivo de rodear las posiciones enemigas y atacarlas por retaguardia. Al mando estaba el Jefe de su Batallón Blanchard.
El 17 de Julio, defendió la luneta del cementerio de San Bartolomé y la zona más cercana al rio Urumea.
Durante el asalto del 25 de Julio, el capitán Cussin, al mando de una compañía del 62º ocupaba el camino de ronda de la muralla de la Zurriola, en defensa de la brecha pequeña. El grueso del regimiento, unos 400 hombres, se desplegó en el frente de tierra, sobre el hornabeque de San Carlos, al mando del Jefe de Batallón Blanchard. Por su parte, el mismísimo General Rey se encargó personalmente de la defensa de la brecha principal, contando entre sus efectivos con los fusileros y granaderos del regimiento.
Sus fusileros participan en la exitosa salida del 27 de Julio.
Durante la defensa contra el asalto del 31 de Agosto, una compañía de granaderos del 62º se encontraba dispuesta en la cortina de la derecha de la brecha grande. Otros 170 hombres del regimiento cubrían la retaguardia de la segunda brecha, entre esta y el baluarte de San Telmo. El resto del 62º, unos 200 hombres aproximadamente, se encargó de la defensa de los accesos al castillo.
Sus integrantes recibieron 6 "Sables de Honor" y 3 "Fusiles de Honor", a lo largo de toda la Campaña Peninsular del Regimiento.
Este regimiento se formó el año 1808 expresamente para la Campaña de España, gracias a la unión de 13º y 14º regimientos provisionales de Infantería. Una vez terminada la guerra, fue disuelto (1814).
Sus acciones más importantes fueron:
*La defensa de San Sebastián no aparece en este listado, ya que en ella se vio involucrado solamente un destacamento de este regimiento, no teniendo especial relevancia en el conjunto de su historial, aunque para nosotros, lógicamente, no sea así.
DEFENSA DE SAN SEBASTIÁN
En este asedio sólo participa un destacamento de este regimiento que se encontraba aislado defendiendo el cercano pueblecito costero de Guetaria. Tras recibir órdenes de abandonarlo, llegaron por mar a San Sebastián el 1 de Julio junto a los integrantes del 3º Batallón de Cazadores de Montaña. El destacamento del 119º estaba compuesto por 195 efectivos, sin contar los oficiales. Al mando de esta unidad y de los Cazadores de Montaña se encontraba el Jefe de Batallón Luppé, perteneciente a esta última, quien contaba con el apoyo de 12 oficiales entre ambas unidades.
Durante la defensa del 25 de Julio, el grueso de este destacamento se desplegó como reserva detrás de la muralla de la Zurriola, para reforzar en cualquier momento algún punto de la línea que empezase a mostrar signos de debilidad.
En la defensa del 31 de Agosto, 60 de sus hombres defienden junto a 220 soldados del 62º los accesos a la ciudad y castillo. El comandante que mandaba este destacamento, Luppé, cayó muerto en esta heroica y desesperada defensa.
El Regimiento obtuvo durante su participación en la Campaña Peninsular tres Honores de Batalla, por Burgos (1808), Santander (1809) y Salamanca o Arapiles (1812). Sus hombres recibieron 3 "Sables de Honor" y 2 "Fusiles de Honor", a lo largo de la Campaña Peninsular.
ARTILLERIA
Los efectivos con que contaba el General Rey eran muy escasos, por lo que Foy accede a reforzarlos con la incorporación de los capitanes Duhamel y Dagueraud, al mando de 46 artilleros, el 27 de Junio junto a los refuerzos de infantería. El día 28 se incorporaron otros 16 soldados más pertenecientes al arma, y el 1 de Julio, con la plaza ya asediada por los españoles, procedentes de San Juan de Luz, se reciben los refuerzos de 46 artilleros y 11 obreros del arma, mandados por el Capitán Hugon. Todos estos efectivos son claramente insuficientes, ante lo cual el Comandante de la Plaza destino 50 soldados de infantería a reforzar su contingente.
El material artillero con que se contaba para defender San Sebastián era importante en cuanto al número de piezas, pero si las analizamos detenidamente, veremos que la antigüedad y calidad de las mismas hacen que sean del todo ineficaces para lograr una ventaja artillera sobre los asaltantes. El número asciende a 92, de las que 16 se encontraban en reparación, y el resto presentaban una gran heterogeneidad de calibres. Había cañones de campaña, de sitio, de marina, etc, algunos eran modernos, otros eran de ordenanza española, otros franceses e incluso alguno de origen inglés.
Todos estos problemas recayeron en las manos de unos oficiales artilleros que destacaban por ser de los mejores de su tiempo. El Cuerpo de Artillería francés era muy reconocido en toda Europa por su eficacia y profesionalidad. Gracias a estas características, sacaron el máximo beneficio a todo este material que enumeramos a continuación:
Los efectivos que sirvieron en San Sebastián-Donostia pertenecían a tres regimientos de artillería a pie.
En el período que conocemos como Guerras Napoleónicas sufrió la pérdida de 32 Oficiales muertos y 60 heridos. Los suboficiales y tropa no están registrados.
Los principales combates en que participó esta unidad son:
Como Honores de Batalla, se recompensó al regimiento con Wissembourg (1793) y Wagram (1809).
Las bajas* de oficiales del regimiento en el periodo que nos interesa fueron:
6º REGIMIENTO DE ARTILLERÍA A PIE
Fue creado en 1720 con la denominación de 6º Batallón de Artillería Real. Pasa por distintas denominaciones hasta el año 1791, en que se le bautiza como 6º Regimiento de Artillería, y finalmente, en 1794, como 6º Regimiento de Artillería a Pie.
En el período que conocemos como Guerras Napoleónicas sufrió la pérdida de 19 Oficiales muertos y 41 heridos. Los suboficiales y tropa no están registrados.
Los principales combates en que participó esta unidad son:
Como Honores de Batalla, se recompensó al regimiento con Hohenlinden (1800) y Jena (1806).
Las bajas* de oficiales del regimiento en el periodo que nos interesa fueron:
En el período que conocemos como Guerras Napoleónicas sufrió la pérdida de 31 Oficiales muertos y 50 heridos. Los suboficiales y tropa no están registrados.
Los principales combates en que participó esta unidad son:
Como Honores de Batalla, se recompensó al regimiento con Jemmapes (1792).
Las bajas* de oficiales del regimiento en el periodo que nos interesa fueron:
* Estas cifras no significan obligatoriamente que se refieran a la defensa de San Sebastián, aunque sea lo más probable.
OTRAS UNIDADES PRESENTES
CAZADORES DE MONTAÑA
Para reforzar la seguridad de la zona pirenaica y de los caminos que la atraviesan, los franceses crearon una nueva unidad, los Cazadores de Montaña. Su misión consistía en asegurar el correcto transporte por esos caminos de personas y equipajes, con funciones de escolta o de protección de puntos especialmente sensibles. Este tipo de misión, ocasionó que sobre todo se viesen envueltos en acciones contra los temibles guerrilleros españoles.
Cada una de las compañías de este cuerpo estaba formada, según ordenaba el decreto del 6 de Agosto de 1808, de un capitán, un teniente, un subteniente, un sargento mayor, cuatro sargentos, un cabo furriel, ocho cabos, un tambor y ciento treinta soldados. Esto hacia un total de 148 hombres.
Sobre su uniformidad no hay datos muy concretos, siendo lo más aproximado el siguiente grabado.
ACTUACIÓN EN SAN SEBASTIAN
Como ya hemos señalado, el contingente del 3º Batallón de Cazadores de Montaña que llegó a San Sebastián el 1 de Julio por mar, procedía del cercano pueblecito costero de Guetaria. Sus efectivos rondaban los 250 hombres, que junto a los 190 del destacamento del Regimiento 119º de Infantería de Línea, estaban mandados por Luppé, apoyado por otros 12 oficiales. Este Jefe de Batallón también pereció durante la defensa de San Sebastián, intentando rechazar el asalto aliado del 31 de Agosto.
La unidad relevó durante la defensa del convento de San Bartolomé a los fatigados hombres del 34º de Infantería de Línea, extenuados tras sostener cuatro días de combates defendiendo la posición.
Durante la defensa contra el fracasado ataque aliado del 25 de Julio, dos de sus compañías formaron la reserva, junto a otra del 22º de Línea, mientras que otras dos se pusieron a las órdenes del general Rey en la defensa de la brecha principal, ocupando también posiciones retrasadas.
Durante la defensa del 31 de Agosto, ocuparon posiciones a la izquierda de la segunda brecha, junto al baluarte de San Telmo. También formaron 116 de sus efectivos parte de la reserva, junto a 170 zapadores y obreros, preparada para reforzar cualquier punto que flaqueara.
INGENIEROS
Dos compañías de este arma se pusieron a las órdenes del General Rey en la defensa de la Plaza de San Sebastián. Eran la 3ª Cia. del 1º Batallón de Zapadores y la 2ª Cia. de "Pionniers". Ambas unidades eran veteranas, y estaban muy familiarizadas con la acción. Mencionaremos que la 2ª venía casi directamente de la defensa del Castillo de Burgos, en la que se había cubierto de gloria.