Vida y Asedios de una pequeña gran ciudad
LA LÁPIDA DEL TENIENTE CORONEL ANDREW WAUCHOPE
Una curiosa y trágica historia permanece olvidada en una desvencijada iglesia, situada dentro de un cementerio también muy poco conocido.
En Loiu, existe un camposanto destinado a albergar los restos mortales de los miembros de las comunidades extranjeras residentes en nuestro territorio, casi todos ellos de religión protestante. Destacan por el aire romántico que desprenden las tumbas medio abandonadas del siglo XIX, en contraste con las casi inmaculadas de los caídos en las dos guerras mundiales defendiendo los colores de la “Union Jack”.
Pero para mí uno de los tesoros más interesantes que se esconde tras esas verjas, se encuentra dentro de una pequeña capilla, en bastante mal estado, destinada a realizar los oficios católicos dentro del cementerio. Es muy difícil lograr visitarla, al tener las horas de visita muy restringidas.
Se trata de una lápida (1) en la pared con una inscripción en inglés, que una vez traducida nos diría:
A la Memoria de
Andrew Wauchope, Teniente Coronel
Del 20º Regimeinto de infantería
De su Graciosa Majestad.
Era el hijo mayor de Andrew Wauchope.
Cabeza de la antigua familia de
Niddrie Marifeball, de Escocia,
Después de veinte años en el Ejército Británico
En Holanda, Córcega, Egipto,
Las Indias del Este y del Oeste y en España.
Recibió una Herida mortal en Acción,
Cerca de Echalar en los Pirineos,
el 2 de Agosto de 1813.
Murió en Pasajes,
El 17 de Septiembre siguiente,
A los 35 Años de Edad.
Pero entonces…, ¿Que hace esta lápida en el cementerio de Loiu?
Al parecer, los familiares de este oficial, tras conocer su fallecimiento en España durante la guerra que nosotros conocemos como de la Independencia, mandaron realizarla, y una vez terminada fue mandada a hacia nuestras tierras para ser colocada, suponemos, en el lugar donde el oficial falleció. Pero cosas del destino, la compañía naviera que la transportaba la extravió, y nunca llegó a su destino.
No se supo nada de ella hasta que en el año 1870, Young, el cónsul de Gran Bretaña en Bilbao, la encontró tirada en el suelo del almacén de una compañía naviera (2). Nadie pudo darle explicaciones de porqué se encontraba allí. La retiró, la restauró, y tras colocarla en la pared de la iglesia, tal y como la conocemos actualmente, decidió ponerse en contacto con los familiares del oficial caído, que se alegraron muchísimo al conocer que había aparecido la placa con la inscripción, encargada medio siglo antes.
El 20º Regimiento de infantería, también llamado “East Devonshire”, había participado en la primera parte de la Guerra Peninsular, con el desastre de La Coruña como colofón. En esta acción toda la expedición británica fue evacuada por mar mientras los ejércitos napoleónicos atacaban la ciudad. Un Dunkerke de la Segunda Guerra Mundial, pero siglo y medio antes.
Tras este desastre, fue de nuevo llamado a la acción en la Peninsula a finales de 1812. Su 1º Batallón desembarcó en Noviembre de ese año, participando en casi todas las acciones importantes como la gran batalla de Vitoria, la de los Pirineos, el 2º Sitio de San Sebastián (3), etc. El regimiento estuvo mandado desde junio de 1813 a Septiembre del mismo año por el Teniente Coronel Andrew Wauchope, el oficial mencionado en la lápida (4).
Pertenecía a una de las principales familias escocesas. Era hijo primogénito de Andrew Wauchope de Niddrie, y de Alicia Baird de Newbyth, hermana de Sir David Baird, un héroe de la acción de Seringapatan, en la India (5). Se dedicó a la vida militar. Fue nombrado Mayor del 1º Regimiento el 3 de Agosto de 1804, y Teniente Coronel del 20º Regimiento de infantería el 8 de Junio de 1809. Llegó a la Península con su regiminto en Noviembre de 1812, y se le concedió la Medalla de Oro por la acción de los Pirineos (6).
Esa acción de Echalar (Etxalar actualmente) es una de las muchas englobadas bajo el término general de Batalla de los Pirineos, que realmente engloba muchos enfrentamientos distantes geográficamente, que se sucedieron a finales de Julio y principios de Agosto de 1813, cuando el Mariscal Soult lanzó una ofensiva por toda la frontera norte con la intención de liberar las plazas de San Sebastián y de Pamplona, que se encontraban sitiadas por los ejércitos de Wellington.
El Coronel del regimiento Andrew Wauchope, recibió la herida mortal el 2 de Agosto, justo el día en el que el anterior Coronel, Robert Ross (7), al que sucedía en el mando, le regaló una espada conmemorativa de su pasado mando. También mencionaré que el propio Lord Wellington estuvo a punto de ser capturado en esa zona cuando se encontraba reconociendo el terreno.
El oficial de 35 años, gravemente herido, fue transportado al puerto de Pasajes, cerca de San Sebastián, para ser tratado en el hospital de campaña, pero tras padecer dolores y sufrimientos durante casi un mes y medio, finalmente falleció el 17 de Septiembre. La ciudad de San Sebastián había sido capturada el día nueve, por lo que esa zona se encontraría llena de heridos tras el sangriento ataque contra la plaza del 31 de Agosto.
Su muerte fue anunciada en Gran Bretaña, de manera muy escueta, primero en la 2ª edición del “The London Chronicle” del 20 de Octubre de 1813, y nuevamente en Enero de 1814 en el “Scottish Chronicle”. En este último rotativo, su muerte está reflejada justo al lado de la de otro oficial, el Capitán Fothergill, del 59º regimiento, que también falleció a consecuencia de las heridas recibidas en la toma de San Sebastián.
Fdo. JOSÉ MARÍA LECLERCQ SÁIZ
(1) Fotografía de Ricardo Pérez Gutierrez, amablemente cedida para la realización de este trabajo por José Ángel Brena.
(2) “Reseña Histórica y Arquitectónica del Cementerio Británico ubicado en Lujua-Goiri (Bizkaia)”. De Julio C. Aramburu de Segura y Lupiañez. http://hedatuz.euskomedia.org
(3) El 20º regimiento formó parte de los 750 voluntarios que Lord Wellington mandó reunir para asegurarse el asalto del 31 de Agosto contra las brechas de San Sebastián. Su destacamento estaba mandado por el Mayor Alexander Rose (muerto en el ataque), y sus bajas fueron la de este oficial y dos soldados muertos, y otro oficial y nueve soldados heridos.
De las 726 medallas concedidas a esta unidad por acciones durante la Guerra Peninsular, 18 tienen la barra de “St. Sebastian”.
(4) https://www.napoleon-series.org
(5) The Ulster Branch of the Family of Wauchope, Wauhope, Wahab, Waughop, etc. With notes on the main Scottish family and on branches in America and Australia. Edited by Gladys M. Wauchope, B.SC., M.D., M. R.C.P. from Material collected the late Robert Alexander Wauhope (Wahab), C.B., C.M.G., C.I.E., Colonel R.E., and the late Edward Wauhope (Wahab).
(6) Lionel S. Challi’s “Peninsula Roll Call”.
(7) Robert Ross fue enviado a combatir en la Guerra contra los Estados Unidos. Fue uno de los responsables de la quema del Capitolio y de la Casa Blanca de Washington. Es uno de los pocos militares del que se puede decir que participó en una batalla estando muerto.
Frente a Baltimore, el 12 de septiembre de 1814, fue alcanzado por un disparo que le atravesó el brazo y pecho. Una vez muerto mientras era transportado hacia la costa, su cuerpo fue guardado dentro de una barrica de ron jamaicano, y enviado a bordo del H.M.S. Tonnant hacia Gran Bretaña, pero el buque tuvo que desviarse para participar en una batalla. Finalmente su cuerpo fue transportado en el H.M.S. Royal Oak.